lunes, 25 de enero de 2016

Las Dietas según tu sangre

Este tema desde que surgió, me pareció interesante y me suena bastante lógico. Yo soy AB+ (la mezcla de todounpoco, jeje) y efectivamente sufro mucho con mi aparato digestivo.
Intentaré seguirla, a ver que tal!!!...



Esto lo ha descubierto, después de más de 30 años de investigación, el médico estadounidense Peter D'Adamo, un renombrado especialista en medicina natural.


Según él: "A medida que la raza humana se desplazaba y se veía obligada a adaptar su alimentación a las condiciones cambiantes, la nueva dieta provocaba cambios en su aparato digestivo y en su sistema inmunológico, para poder sobrevivir en cada nuevo hábitat".


Estos cambios se reflejan en el desarrollo de los distintos tipos de sangre, y cada grupo sanguíneo contiene un mensaje genético de la alimentación y la conducta de nuestros antepasados, y aunque estamos a mucha distancia de la historia primitiva, muchas de sus características todavía nos afectan.





Tipo O


Es el grupo sanguíneo más antiguo y básico, sobreviviente en la cima de la cadena alimentaria, con un sistema inmune resistente, potente y muy activo, capaz de destruir a cualquier enemigo. Su actividad tiroidea tiende a ser lenta, pero su aparato digestivo es muy eficiente. El éxito de tu dieta depende de que consumas carnes magras, aves, pescados y mariscos, pero siempre acompañados de verduras.


Evita la carne de cerdo y los embutidos. Limita tu consumo de lácteos, quesos maduros, huevos y cereales como trigo o maíz, porque tampoco te son muy benéficos.


A ti te perjudican más los alimentos procesados, ahumados, curtidos o en conserva. Debes comer frutas y verduras en abundancia, pero evitar la familia de las coles, berenjenas, papas, trigo, maíz, frijoles y lentejas porque favorecen tu aumento de peso. Y te ayudan a la pérdida de peso los pescados y mariscos, vísceras, espinacas y brócoli.


Las personas de este grupo bajan de peso con el ejercicio intenso o los deportes de gran esfuerzo físico.





Tipo A


Es el de los primeros inmigrantes que se vieron forzados por la necesidad a dejar su rol de cazador-recolector y adaptarse a una alimentación y estilo de vida más doméstico y campesino. Su sistema inmunitario es vulnerable y su aparato digestivo es frágil, pero se adaptan bien a los alimentos.



¿Qué debes comer si eres del tipo A? 
Te funciona una dieta vegetariana o basada en frutas, verduras, cereales y legumbres. 
No toleras mucho la carne, tampoco la harina de trigo ni los lácteos.
Consume sólo en pequeñas cantidades los pescados y mariscos. 

Te benefician muchos los alimentos derivados de la soya, las semillas y los frutos secos. 
Te conviene consumir los alimentos en el estado más natural posible: frescos, puros y orgánicos, y eliminar la mayor cantidad posible de alimentos procesados. 
Favorecen tu aumento de peso las carnes, lácteos, habas y trigo. Y te ayudan a adelgazar las frutas como la piña, verduras, aceite de oliva y soya. 

Las actividades físicas más adecuadas para ti, que te darán un mayor bienestar son las moderadas o relajantes como yoga, tai-chi, bicicleta, natación o caminar.







Tipo B


Es el del ser humano asimilador, adaptado a los nuevos climas y a la mezcla de poblaciones. Representa la búsqueda de la naturaleza, tiene una fuerza más equilibrada entre las tensiones de la mente y las exigencias del cuerpo. Su sistema inmunitario es activo y su aparato digestivo eficiente, por eso se adaptan fácilmente a los alimentos.


La dieta más equilibrada y sana para tu grupo debe incluir una amplia variedad de alimentos, que representen lo mejor de los reinos animal y vegetal: carnes magras, todos los pescados, lácteos, abundantes frutas y verduras de hoja verde. 
Estás en el grupo que mejor tolera los lácteos y huevos, pero tienes poca tolerancia al pollo, cerdo, embutidos, mariscos, semillas, frutos secos y cereales como trigo y maíz. 
Por lo tanto, favorecen tu aumento de peso el trigo, maíz, lentejas y cacahuates.



Te ayudan a adelgazar los vegetales de hoja verde, la carne de hígado, los huevos y los lácteos. 
Tus actividades físicas deben ser moderadas y equilibradas, como aeróbics, bicicleta, natación, tenis y yoga. 
Puedes practicar ejercicios de alta intensidad, pero respetando los períodos de calentamiento y enfriamiento.






Tipo AB


Es una mezcla moderna de grupos diferentes, resultado de una fusión entre el tolerante tipo A y el bárbaro tipo B, pero más equilibrado. Su sistema inmunitario también es vulnerable y su aparato digestivo frágil, pero fácil de adaptarse a los alimentos. Tu alimentación debe ser medianamente variada. La mayoría de los alimentos indicados y contraindicados para los grupos A y B son aplicables también para tu tipo.




Si eres de este grupo, usa aceite de oliva en lugar de cualquier otro aceite vegetal, come más frutas cítricas como uvas y ciruelas, y limita tu consumo de frutos secos y cereales. 
Tú no toleras mucho las carnes rojas, ahumadas, embutidos, encurtidos, pastas, alubias, frutos secos, trigo, pimienta y vinagre. 
Puedes consumir lácteos, quesos, pescados y mariscos pero no crustáceos. 
Te caen bien las frutas como la ciruela, uva, piña y frutas del bosque y verduras como el jitomate. Favorecen tu aumento de peso las carnes rojas, maíz, trigo, alubias, frijoles y semillas.

Y te ayudan a adelgazar las verduras, pescados, lácteos, piña y tofu.


Elige una actividad física relajante que exija sólo un esfuerzo moderado, como el yoga y el tai-chi.